El fin del mundo es el fin de un mundo normativo, occidental y blanco, que se toma a si mismo por coherente, simple y superior.
En esta novela póstuma, Hermann Broch explora en un escenario ficcional las condiciones que hicieron posible el surgimiento del nazismo.
¿Dónde, dónde está lo humano y lo que perdura, visto que la edad pone velos sobre nuestro rostro y, sin embargo, al mismo tiempo lo revela?
Lo humano es lo que llamo ‘hiperobjeto’: una madeja de entidades distribuidas masivamente en el tiempo y el espacio que constituye una entidad en su misma, una entidad que es imposible que los humanos vean o toquen directamente.
La carta había sido un parto. Con dolor. Un parto cargado de espinas con la mejor de las intenciones…
La familia es justamente el ámbito de nuestras mentiras más audaces: escondemos nuestra identidad, nos inventamos cuentos fantásticos, camuflamos injusticias, atesoramos tópicos y nos atrincheramos tras los gritos, los chillidos, los misterios.
En Humanidad. Solidaridad con los no-humanos, Morton ofrece los instrumentos filosóficos para cambiar radicalmente la concepción del hombre, a través de audaces y certeros planteos teóricos.
El ambientalismo como tal puede coincidir con el racismo, cuando distingue rígidamente ente lo humano y lo no humano.
Para los humanos, la contemplación es una ruptura con su vivir diario: para los gatos…
La teoría materna es: quien no te conoce no te ayuda, así que nos quedamos donde se sabe quiénes somos, donde ella puede entretejer pequeñas y grandes relaciones de protección y de reconocimiento.