”En el juego antagonista de la muchedumbre, de su formación y de su igualmente veloz disolución, la policía recompone sin cesar la normalidad social, instaurando el dominio indiscutido de ‘los hechos’. París es la capital de Haussmann y del comisario Bertillon, es la sociedad que avanza ahí donde la multitud sediciosa emprende la retirada.
Andrea CavallettiClase. El despertar de la multitud